jueves, 1 de julio de 2010

Escenas porteñas: informe sobre ciegos


                                                                          Los amantes (Rene Magritte)

En una semana en que sigo debatiéndome con los fantasmas y la paranoia de Sábato -me quedan poco más de cien páginas del turbulento y desvariado Abaddón el Exterminador-, no sólo observé muchos ciegos por las calles de Buenos Aires, sino que también soñé con un perro siberiano que había quedado ciego.

Miércoles, pasado el mediodía. Rosita llega a la estación Belgrano R. Se acomoda en su rincón al lado de una de las boleterías y pide la primer moneda.
-¡Soy yo, Rosita! -le contesta entre risas un empleado ferroviario-. ¿A mí me vas a manguear, ahora?
-No, no sabía que eras vos -dice ella.

Jueves, estación Pueyrredón de subte, un par de horas antes de que Italia se quede afuera del Mundial. Una mujer de mediana edad se acerca al ciego que escucha la radio a metros de la boletería.
-¿Qué radio es? -le pregunta-. ¡Pasan Bach!
-Es la 100.3, señora -dice él.

Ese mismo jueves, en ese mismo momento, pero unos metros más cerca de la salida de Santa Fe, una anciana chiquita, de pelo muy blanco, se acerca a un hombre con lentes oscuras que pasea un perro Setter, su lazarillo. 
-Hace mucho que no te veía por acá -le dice ella en tono de reproche, y abre un pequeño monedero para darle luego un billete.

Martes, después del mediodía. Estación de tren Belgrano R.
-Dos idas y una vuelta por favor -pide una joven acompañada por el que aparenta ser su padre.
El boletero no entiende. La chica repite la fórmula.
Rosita toma la palabra: 
-Decile un ida y un ida y vuelta. Así te va a entender mejor.
-Ah bueno -contesta la chica mientras paga.
-Porque si no no te entiende. Si le decís dos idas y una vuelta, es más difícil.
-Bueno -vuelve a contestar la mujer mientras se dirige hacia el andén.
-¿Y tendrá una monedita, por favor?
La mujer no contesta y sigue caminando.

Es miércoles, y el último subte de la línea B parte con destino a Avenida de los Incas.
Suena la bocina.
Una mujer de mediana edad, con un bastón blanco se para frente a una de las puertas.
La conductora del subte aborta el cierre de puertas, se baja, y la ayuda a subir.
Vuelve a sonar la bocina, se cierran las puertas y el subte arranca.     
  

7 comentarios:

Julie dijo...

Muy buenas escenas.
Esta sección llegó para quedarse. Eso queremos eh!

Siguiendo con la temática, recordé dos escenas propias:

1) Hace unas semanas ayudé a cruzar a una chica ciega que trabaja en mi edificio. Nos pusimos a hablar del clima, que hacía frío, que el día anterior había llovido mucho...
Yo le comenté "Los paraguas no aguantan ni la lluvia ni el viento".
Ella me contestó "Sí, mis compañeros de trabajo me dicen siempre eso. Que acá -la avenida que estabamos cruzando, muy ventosa- los paraguas te los destroza el viento. Yo ni idea. Yo no puedo usar paraguas".

2) Hace unos años, el autor de AC iba un viernes con Hori a ver "La Isla Desierta" al teatro Ciego del Abasto. Cuando estaba llegando a mi casa de ese entonces, en la esquina de Lavalle y Uruguay, veo al chico ciego que estaba siempre parado ahí, en la esquina de la farmacia. Y estaba hablando con otro chico que estaba vestido con ambo blanco. Este último le decía: "Fui al teatro. Al del Abasto. Y fue muy loco, porque me acordé tanto de vos...". Y segundos después, te sonó el teléfono...

Fer Massa dijo...

Gracias, Julita. la verdad es que en la corta experiencia de dos posts, disfruté mucho hacerlos.

Respecto a lo demás:
1)Pq no usarán paraguas?

2)Esa es una gran anécdota. Una de esas que Liniers llamaría "cosas que te pasan si estás vivo", sin la parte de los famosos, claro.
Fue muy loco eso. Digno de post, de haber existido el blog.
Me acuerdo que cuando me llamaste me quedé perplejo. Y de paso, aprovecho a recomendar esa obra. No se si seguiré en cartel, pero es fantástica.

Julie dijo...

1) Supongo que debe ser para no tener las dos manos ocupadas. En el bastón y en el paraguas, ¿no?

2)La obra sigue en cartel. Y si, muy recomendable.

Steph hizo un post genial sobre el teatro ciego. (http://meraprimeridad.blogspot.com/2010/03/consumos-culturales-ciegas-con-luz.html) -no se poner enlaces en los comentarios :S -

(Con la imagen de Magritte recordé otra coincidencia... Un libro. No la digo, para no quemarla. Por las dudas :P)

Joaquín Bilbao dijo...

Excelente post Fer. Este genéro lo inventaste vos y me gusta tanto que te lo voy a chorrear. Hay que registrar, contar, sensibilizar la realidad.

Juli, me hiciste pensar en esto, próximamente por Copacabana.

stephanie-* dijo...

Genial! Me gusta sobre todo la manera en que permitís que escenas aislados de la vida cotidiana se entrelacen casi sin quererlo.

Hoy a la mañana en el subte una señora ciega vendía carilinas, tremendo marketing tenía! hablaba con voz de abuelita, la voz de la experiencia... como diciendo "vamos chicos, compren carilinas que es invierno y no queda lindo que se nos caigan los mocos". Flor de ventas tuvo.

Juli gracias por el chivo! Justo antes de leer tu comentario pensé en recomendarles "A ciega con Luz", gran gran experiencia.

Julie dijo...

Por nada Steph! Me gustó mucho tu post y mientras leí este lo recordé!

Fer Massa dijo...

Gracias, gente. A pedido del público y del blogger seguirá este espacio entonces.
Puede ser lo de las dos manos ocupadas, Julita, Eh.
joaco, robe nomás.
Y gran post, Stephi. No lo hab{ia leído. A la isla desierta fui dos veces. EXCELENTE.
Habrá que fijarse si sigue esto de la cena...