lunes, 28 de diciembre de 2009

F.D.F: Metal con toques de glam rock

Metal con pinceladas de glam rock. Esa es básicamente la propuesta de First Date Fuckers (F.D.F.), una banda porteña de heavy rock que se las trae. La temible criatura nació allá por el 2008, pero recién en noviembre de este año hizo su debut por los pagos de Flores.
El último sábado, F.D.F. hizo su segunda presentación al público, esta vez sobre el escenario de Planet Music en Belgrano ante unas cien personas. Una decena de temas rockeros hizo vibrar el lugar: temas propios y covers tan diversos como Enter Sandman de Metallica, Pet Cemetery de Ramones, Anarchy in the U.K. de los Pistols o Paranoid de Black Sabbath.
¿Y los temas de ellos? Buenos, tan buenos como los covers. De hecho, cuando arrancaban los acordes de alguna de sus producciones originales, algún distraído llegó a preguntarse "che, ¿y este cover de quién es?". "De ellos", respondió otro más cercano a la banda.
Dedos machacantes, coros guturales, mucha fuerza sin perder nunca la prolijidad, solos acertados y una voz cantante que sabe bien lo que hace son los puntos más fuertes de F.D.F., que hicieron agitar cabezas a los más jóvenes y -fui testigo de esto- marcar el ritmo con el pie a más de una fan de la tercera edad.
Y acá abajo los cinco integrantes.

De izquierda a derecha:

Primera guitarra: Matías Sommer, remera de Mötley Crue, se muestra sobre el escenario como un tipo de perfil bajo que hace lucir principalmente a su guitarra. Prolijo, sin estridencias, regala melodías sutiles y ajustadas.

Bajo: ahí está Federico Samonta, estrellando sus dedos contra el bajo, dando potencia y suciedad. 100% metal, tanto él como sus coros son el corazón del agite y la potencia de la banda.

Voz: Cristian Lopard es la estrella glam que lidera esta banda. Ojos delineados, sombrero de leopardo, remera negra desgarrada como si hubiera sido víctima de un embate de groupies desaforadas, el cantante se mueve con personalidad sobre el escenario. Buena dicción, fuerza y un histrionismo que pide más público, más repercusión.

Batería: Maru Martínez, es el toque de distinción. Allá en el fondo, donde apenas asoma su cabellera lacia y azabache, se agitan dos brazos femeninos que marcan el ritmo y empujan a la banda con fuerza, actitud y mucho glamour.

Segunda guitarra: Miguel Pol fue el último que se sumó a la banda. Y llegó para quedarse: con su experiencia y creatividad, resultó clave para el despegue de F.D.F. Sobre el escenario cumple y ordena, levanta al público y divierte. El y su guitarra ya son uno sólo, y para la banda, ambos, se han vuelto fundamentales.

Y acá el My Space de la banda.

3 comentarios:

Julie dijo...

Pura Magia...

Julie dijo...

...Y mucho Rock!

cesar dijo...

Aqui un testigo de lo que, tal vez, sea el nacimiento de una leyenda a nivel de Bandas de Rock. Mis ojos presenciaron una demostración pura de devoción al culto del Rock, hubo nervios? no creo y si los tenian, estos chicos lograron disimularlo al punto de envolvernos en una atmosfera de un verdadero recital de los tanques del Rock, eso es un objetivo cumplido. fuí a pasar un buen rato y lo logré con creces, de la misma manera que F.D.F. logrará imponerse, tarde o temprano... SUERTE!