Ayer tenía cita con Dave Gahan y Cia. Personal Fest, Club Ciudad, miles de personas y mucha expectativa. Y por primera vez, un amigo me había invitado al Vip del evento.
Sonaban ya los primeros acordes de In chains, y mi amigo, mi chica y yo esperábamos en la entrada de acreditaciones por nuestras pulseras. Mientras los minutos pasaban y las pulsaciones se aceleraban, vimos pasar a varios famosos: Tognetti, Juan Perugia y su cereza, Charly Alberti, Iván de Pineda y varias de esas modelos que uno no sabe mucho más que eso, que son modelos. Los famosos desfilaban con paso lento, cosa de que ningún distraído se los perdiera.
En fin, demasiado ego y encima Depeche ya tocaba Wrong.
Y llegaron las pulseritas nomás. Ya eramos very important people...
Corrimos por el club al ritmo de Hole to feed, y nos encontramos con un vip recluido en un costado del campo, muy lejos del escenario. En la entrada, una ola de brazos con pulseras clamaban al cielo -y a los patovas- su exclusivo derecho de ingreso.
-Vos, y cuatro más -le dijo el patova de turno al periodista Sergio Hendler, el único famoso a la vista.
A unos metros de ahí, el campo explotaba y Depeche se lucía con Walking y una puesta en escena y un sonido que te dejaban sin aliento.
Y sí: tomé conciencia.
-¿Vamos? -les dije.
Y disfrutamos del show como siempre: lejos del vip, saltando, y entre la gente.
Me quedé con ganas de escuchar Everything Counts. Acá se los dejo.
Sonaban ya los primeros acordes de In chains, y mi amigo, mi chica y yo esperábamos en la entrada de acreditaciones por nuestras pulseras. Mientras los minutos pasaban y las pulsaciones se aceleraban, vimos pasar a varios famosos: Tognetti, Juan Perugia y su cereza, Charly Alberti, Iván de Pineda y varias de esas modelos que uno no sabe mucho más que eso, que son modelos. Los famosos desfilaban con paso lento, cosa de que ningún distraído se los perdiera.
En fin, demasiado ego y encima Depeche ya tocaba Wrong.
Y llegaron las pulseritas nomás. Ya eramos very important people...
Corrimos por el club al ritmo de Hole to feed, y nos encontramos con un vip recluido en un costado del campo, muy lejos del escenario. En la entrada, una ola de brazos con pulseras clamaban al cielo -y a los patovas- su exclusivo derecho de ingreso.
-Vos, y cuatro más -le dijo el patova de turno al periodista Sergio Hendler, el único famoso a la vista.
A unos metros de ahí, el campo explotaba y Depeche se lucía con Walking y una puesta en escena y un sonido que te dejaban sin aliento.
Y sí: tomé conciencia.
-¿Vamos? -les dije.
Y disfrutamos del show como siempre: lejos del vip, saltando, y entre la gente.
Me quedé con ganas de escuchar Everything Counts. Acá se los dejo.
3 comentarios:
Más que important people, fuimos inteligentes. Me quedo con esta última I.
Faltaron varias, sobraron un par de melosas.
Pero genial.
Y otro Personal Fest, cerrando con un Personal Jesus para el recuerdo.
:)
Y yo que me lo perdi ? No me lo voy a perdonar. No sabía de tu blog Fer, nunca me contaste wachin. Y aunque le pegues a Cristina, te banco a muerte. Voy a leer las entradas anteriores. Un abrazo. Y que no hayan tocado ese himno llamado Everything Counts me saca un poco de culpa... Hori -
¿Viste? Te hice caso nomás, ja. Y espero con ansia ese blog de música, eh. Y sí: faltó ese temazo.
Y como bien dice Julita, cerraron con una versión guitarrera de Personal Jesus que compensó toda ausencia.
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