Pronóstico: segundo día de tormenta, con riachos que complican cruzar la calle y muchas baldosas flojas.
Primera fuente: el taxista.
Segunda fuente: Julieta.
Tac. Tac. El limpia-parabrisas despejó el agua, y él la alcanzó a ver. Una bolsa de mercado en una mano, la cartera en la otra, de alguna manera se las arreglaba para sostener el paraguas y hacerle señas para que parase.
Acercó el auto a la vereda, puso balizas y le abrió la puerta desde adentro. La señora le dijo:
-Señor, ¿me haría el favor de alcanzarme unas diez cuadras, por favor?
-...
-Es que no tengo dinero. Son diez cuadras nomás. Y mire cómo llueve -dice la señora mientras hace a un lado el paraguas y se sacrifica con unas gotas, como si no le importara maltratar la permanente.
-...
-Son diez cuadras nomás.
-Suba.
Arriba la señora: primero la bolsa del mercado, luego la cartera, luego ella, y por último, el paraguas.
-Es usted tan amable. La verdad que se merece el Cielo.
-¿Dónde la dejo, señora? Ya estamos con las diez cuadras...
-Sí, sí. Pasando la esquina, por favor. Ahí..., sí de mano izquierda.
-¿Por acá?
-Un poquito más adelante. Ahí en la puerta de esa peluquería, por favor.
-¿En la peluquería?
-Sí. Sabe usted que aprovecho para venir a la peluquería los días de lluvia, porque hay muy poca gente. Además, hoy a la tarde voy a jugar a las cartas, y me gusta ir bien arreglada.
-¿?
-Muchas gracias, señor. Que Dios lo bendiga.
-¿?
-Muchas gracias, señor. Que Dios lo bendiga.
-...
8 comentarios:
"Y a Usted que Dios le mande una lluvia, le rompa el paraguas y le moje el peinado que le acabo de financiar"
Perdon, me meti por un momento en el papel de chofer.
A veces es preferible uan mentira piadosa y no decirle a un tipo que esta laburando que le regale unos minutos a una señora que mendiga por frivolidad.
jaja es una buena respuesta para la señora pícara esta.
Que vieja h..d...p..! no tiene cara!!!
Despues nos quejamos de los taxistas...!
viste, jaja. Hay ancianos que son la peste!
Muy buen registro de un día lluvioso en la ciudad. Me gusta mucho como contribuye a debilitar el mito del “viejo bueno” que discutíamos hace un tiempo.
Exactamente, recordé lo mismo. Juntos estamos destruyendo el mito de que la gente se vuelve buena cuando llega a vieja. MENTIRA! MITO! Algunos se volverán buenos por debilidad o sabiduría o porque siempre fueron buenos, pero muchos se harán más ventajeros, más cascarrabias, más ácidos, y más malos!
Ja, genial.
Qué linda es la variedad... ¿no?
Ni, hablar Perita. Si todos los viejitos fueran adorables no habría historia...
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