viernes, 13 de noviembre de 2009

El extraño poeta que hacía rock

Escuchando a los Doors me acordé de una anécdota sobre Morrison que -quién más si no- me contó mi amigo Hori, histórico compañero de ruta recitalera, y una fuente inagotable de fábulas rockeras.
Como sabemos, Jim Morrison, más allá de una estrella de rock, fue un sex symbol. Pero esto de ser 'un tipo lindo, al que no le importa nada', de ser la tapa de disco, y de levantar groupies empepadas a cada paso, no era lo que Jim más disfrutaba.
De hecho se dice que sentía cierta culpa al respecto.
Lo que más desvelaba a Morrison no era ni la imagen ni la música: era un amante de la literatura y la poesía. Y sí, creanlo, la música quedaba en un segundo plano.
Aunque si nos detenemos un segundo, nos damos cuenta que ya en el nombre de la banda se descifraba el verdadero ser de Jim: el nombre de The Doors, es en alusión al libro de Aldous Huxley The doors of perception.
Y acá va la anécdota que lo termina de definir. Parece que cuando Morrison recibía a alguien en su casa, le proponía un juego: lo invitaba a tomar un libro de su amplia biblioteca, y luego le decía que lo abriera en cualquier página al azar, y que leyera una o varias frases. Y según dicen, la percepción de Morrison no fallaba: en cuestión de segundos, adivinaba autor y libro.
Jim was a stranger, but everyone remembers his name.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un placer colaborar con el anecdotariocolectivo. Fijate lo que son las cosas, que en la publicación anterior hablabas del Disco Blanco de Los Bealtes (68), ahora hacés referencia al gran Jim y de yapa escuchamos "People are strange" (67). Entre un disco y otro hay sólo un año de diferencia. Y vuelve a mi cabeza la teoría de la cual estoy cada vez mas convencido: hay que revisitar una y otra vez todo lo hecho entre el 1965 y 1975 para entender porque hoy seguimos escuchando música. Tengo el triste presentimiento que jamás se volverán a igualar discos como los aparecidos en esa década. Snif. Hori.

Joaquín Bilbao dijo...

No hay que ponerse tan mal. Lo de "porque hoy seguimos escuchando música" quizá es cierto en lo que se refiere a la onda disco concepto y específicamente rock/pop.
Y en ese caso, antes del 65 tenés demasiadas colecciones de temas que son verdaderos discazos. Ni hablar si hablamos de rock n roll, blues o soul. [Están Elvis (1956), todo lo que salió de Sun Records, Chuck Berry, Buddy Holly, Waters, y etc.]
"jamás se volverán a igualar discos como los aparecidos en esa década" es muy apocalíptico! ja!
Podemos coincidir en que es este género musical difícilmente se iguale lo hecho en esa era en términos de inspiración y creación de nuevas formas si se quiere. Pero si uno es justo hay que reconocer que hay discazos que se hicieron años después. Fer sé que es fana de los cabeza de radio, a mi entender "The Bends" u "OK Computer" están a la altura de muchos trabajos del 65-75, más allá del estilo que los ata a un tiempo demasiado cercano para nosotros. Lo mismo con gran parte de la discografía de Blur.
¿Y los Smiths y toda esa onda?
La explosión, donde se sentaron las bases, fue en ese período, pero artistas geniales habrá siempre. Quizá estén más dispersos, pero están por ahí.
Eso sí, hacer rock, aunque no agrade a los que la juegan de rebelde, en términos musicales, es lo más reaccionario que hay.

Fer Massa dijo...

Me alegro que se polemice sobre rock, muchachos. Para eso estamos.
De mi parte, mucho no puedo decir. Arranqué ahí donde vos decís Joaco, en los 90'. Pero cada vez que me meto más en lo que se hizo en los 60' me convenzo de que me hubiera encantado vivir esa década. Ni hablar que hay bandas geniales ahora, pero no se si le llegan a los talones a tipos de la talla de Dylan, o los Beatles, o Hendrix, o los Doors. Y como no tengo para decir mucho más que estas generalidades, voy a cerrar con una parodia que leí en Pop Life, el blog del gran Mancusi: "Fue entonces cuando una alarma comenzó a sonar en la coldplaycueva: el copiómetro detectó el choreo y liberó al plantel de abogados especialmente entrenados para este tipo de casos. Chris Martin pidió como resarcimiento 87 millones de dólares y se negó a aceptar Ticket Canasta. La justicia dictaminó a favor del grupo británico, pero poco después éste perdió todo el dinero en un juicio por plagio a manos de Radiohead, y éstos a su vez debieron entregarlo por idénticas razones a Pink Floyd, y así la plata fue pasando de grupo en grupo por demandas de plagio sucesivas hasta que recaló, lógicamente, en los Beatles."

Fer Massa dijo...

Y Hori, lo tengo decidido: el año que viene hago el curso de Rosso. Y quién te dice que te no te convenzo para tu bis, eh. Tu comentario me convenció, ja!