¿Quién no ha disfrutado de una estruendosa tormenta desde atrás de una ventana? ¿Quién no ha repetido eso de "que bueno estar en casa con esta lluvia"? Que el cielo se venga abajo y nosotros estemos adentro con una buena peli -si es de suspenso, terror o ciencia ficción mucho mejor-, leyendo un buen libro, mangiando unas suculentas pastas, o durmiendo una siesta -solos o acompañados- solía ser sinónimo de placer.
Pero desde aquella primera granizada de un par de años atrás, la lluvia se volvió paranoia, se volvió un impulso para salir corriendo a buscar un colchón o cartones para tapar el auto, y evitar así que otra vez se convierta en un queso gruyere.
Y confieso que siempre me molestó un poco esa locura post granizo. Me parecía exagerada: cada lluvia, cada tormenta, alerta de granizo.Lo mismo sucedió el domingo mientras jugaba al fútbol. El cielo se encapotó, un par de rayos cruzaron el cielo, y unas primeras gotas frías empezaron a caer. Algunos de los que jugaban salieron corriendo a "buscar un techo para el auto". Me pareció exagerado y ridículo. Y bueno, lo que siguió no hace falta repetirlo... Y lo peor, fue que el mito del granizo se había vuelto realidad. Si ya nos poníamos paranoicos antes del domingo, ¿cómo miércoles va a ser a partir de ahora?
Pero para sacarnos el gusto amargo de los autos, tejas, vidrios y cabezas agujereadas voy a dejar un pasaje extraordinario del cuento "Granjero de verano" del amigo Cheever -sí, otra vez Cheever-, con una descripción excelente de una lluvia que en un un principio asusta, pero que después se vuelve poesía. Tal vez, una de aquellas tormentas que antes nosotros también podíamos disfrutar.
Un relámpago tocó el bosque, tan cerca de ellos que les llegó el olor de la descarga galvánica, y un segundo después se produjo la explosión de un trueno que dio la impresión de haber destruido el condado. Luego pasó el frente de la tormenta, cesó el viento, y las gotas cayeron a su alrededor con la perseverante melancolía de una lluvia otoñal.
10 comentarios:
A mí siempre me gustó la lluvia. Podría adjudicarlo a que el día que nací hubo una tormenta eléctrica. Quizás no tenga nada que ver. Pero puede que sí, puede que no.
La lluvia y su disfrute es un gran plan. También funciona como excusa para cancelar planes que parecen chinos. Así el clima juega a favor y nos da una mano.
Es cierto lo de la paranoia: releer el contrato de seguro para buscar la palabra "granizo" en algún lado, los del SMN que se atajan SIEMPRE y con la primera nube que se cruza, se pega el cartel de ALERTA DE GRANIZO, refugiar las plantas del balcón, el auge de la venta de botas de lluvia (desde Pampero hasta Ricardo Sarkany) y el acolchado en el baúl del auto de mi viejo.
Y bien por Cheever -sí, I know-.
Me gustó lo del gruyere.
PD: casualidades. La verificación de palabra de abajo para este comentario es rainglit.
Aquí la prueba:
http://es.tinypic.com/r/fu8h3m/5
Fer: Me gustan el agua y la lluvia. El granizo puede ser complicado, pero no se puede vivir pendiente de él. De últimas, te cae uno en el coco y te olvidás de todo. Te quedaste con la imagen de la lluvia de Cheever y pasás al other side. Nada mal en mi opinión.
Juli: Me divierte que mencionás que naciste durante una tormenta eléctrica al pasar. ¡Tenés origen de superhéroe! Ojo, más allá de la gracia, puede no ser casual...
Jajaja!
Ojala!
El único poder que tengo es sacar el mal de ojo, y me lo pasaron hace dos años nomás, pero soy buena. Así que quizás sea por la fuerza del trueno que pueda sacar el ojeo.
Julita: ni hablar que, personalmente, seguiré disfrutando de la lluvia (además no tengo auto por el que salir corriendo...) Pero bueno, no puedo negar que después de esa granizada pensé en los cueros cabelludos de mi familia y en el pobre Gol que quedó medio estropeado.
Y sí, lo de Cheever... you know!
Y un placer que el sitio sea un imán para las casualidades! Las seguiremos buscando, por supuesto.
Y posta... jaja nacer en una tormenta es re de super héroe... me reí mucho con eso, Joaco.
Y sí... si el granizo cae tampoco podemos hacer mucho al respecto...
Saludos!
¡es verdad! Ese es tu super poder! Yo lo compruebo asiduamente jajaja
"¡Por el poder del trueno!" -saca su espada apuntando al cielo, mientras bosteza en pleno proceso curativo-
PD: ya me mudé a realidadpixelada. Así que si quieren actaulicen mi dirección así no los manda a la inexistencia de pincel de aire.
http://realidadpixelada.blogspot.com/
;)
A mi la lluvia no me inspira. Abrazo, Antonio. Mentira soy Hori, y algún dia me haré un usuario. Me toca laburar en Seguros, ramo automotor, si supieran la locura que hay los dias de granizo, todo el mundo loco con la calculadora en la mano, gritando, corriendo. PUAJ !! Y yo viendo la hora de llegar a casa para tirarme en el futón, tomarme una copita de Nieto Senetiner, poner Sea Change de Beck...y disfrutar de la tormenta como Dios manda !!!
jaja
Ni me quiero imaginar semejante kilombo...
Y lindo disco para escuchar en días de lluvia. Una postal muy melancólica la tuya, Hori. Abrazo!
Los dias de lluvia son unicos para mi. Ver llover por la ventana estando en tu casa me transmite paz y como lei arriba, te zafa de muchos programas El dia del granizo, me agarro en el medio de la calle arriba de un taxi, que pobre ni los arboles lo tapaban de los cascotes que le caian al auto... Coincido en que no se puede vivir paranoico del granizo.. lamentablemnte es fortuito..si te toca te toca...
Por el poder de Julita!!
saludos Fer
Muy buena la nota de Guillermo Martinez, me gusto muchisimo!
Cande.
Gracias, Cande! Y tal cual: los días de lluvia también son una gran excusa para zafar de programas que dan mucha fiaca...
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