No conozco a nadie que lo haya descripto mejor que Manuel Mujica Láinez: la soledad y decadencia edilicia de las grandes casas, suelen exteriorizar la decadencia de las grandes familias que albergan.
Sótanos, altillos, cuartos cerrados por años, valiosos muebles olvidados, la fidelidad del servicio doméstico. Miembros de la familia que parten, y unos pocos que quedan. Secretos intrincados, relaciones tirantes, y sonrisas y besos que lo ocultan todo.
Esto no es nuevo, es algo que se da desde hace años y que persiste en los relatos literarios, cinematográficos y teatrales.
A esta última plataforma pertenece Agosto, una obra que se da en la calle Corrientes, en el Teatro Lola Membrives y que tuve la suerte de disfrutar con Julieta el último jueves.
La obra es larga, dura tres horas con un intervalo de 10 minutos, pero la verdad que se justifica: para conocer bien a cada uno de los trece personajes que desfilan por el escenario, para entender su posición, sus decisiones y sus caprichos es necesario escucharlos, verlos.
La prolijidad narrativa de la obra ayuda a que el espectador se meta en la historia, y que a uno se le pase por la cabeza eso que sólo sucede cuando se ve una puesta artística de alto vuelo: decirse una y otra vez, no quiero que termine ésto.
¿Quiénes actúan?
Los hilos los maneja Norma Aleandro, la madre, esposa, abuela, y guardiana de la casa que encarna con maestría, gracia y talento. Nunca la había visto en teatro, y sinceramente soy partidario del escepticismo del apóstol Tomás: hasta no verla con mis propios ojos, no podía afirmarlo. Ya metí el dedo en la llaga, y les digo que experimenté a una genialidad de la actuación arriba de las tablas.
No por eso justifico el aplauso calzonudo de los espectadores apenas aparece la actriz en escena. Esos aplausos se repiten en otras ocasiones, con escenas super trágicas que la gente entiende graciosas (?¿). Esas cosas me sacan de la obra, y de quicio.
Otra que la descoce es Mercedes Morán. Y el resto del elenco, con mejores y peores, acompaña muy bien.
No me quiero extender mucho más haciendo una crítica en una materia como el teatro donde tengo un ojo muy novato, pero la verdad es que no quería dejar de recomendáserlas porque vale realmente la pena.
Además... para quienes la tienen, hay 2x1 con la tarjeta del Club La Nación con lo que se hace bastante más accesible la entrada.
Ultimos comentarios
El escenario es impresionante. Se monta una casa de dos pisos, con living, cocina, escritorio, comedor, cuartos, porche de entrada, cuartos, altillo... un laburo digno de admirar.
Aprovecho el post para recomendarles otras historias de familias de buena posición en crisis, con secretos jugosos pero en otros formatos:
Película: La celebración, de Thomas Vintenberg. Una obra maestra danesa estrenada en 1998 y que además fue el punto de partida para el Dogma 95. Una cena familiar de una familia de alcurnia que develará secretos tan terribles como bien guardados.
Libro: Coronación, del chileno José Donoso. Un clásico de la literatura latinoamericana que desgrana con ojo preciso y sutil, la decadencia de la clase alta chilena, a través de una familia desintegrada, y la relación de una anciana con los vestigios de su relación vertical con el servicio doméstico. La clase alta y baja chilena se contrastan y entremezclan en una novela para degustar de principio a fin.
4 comentarios:
Agosto es genial. Es larga, divertida, dura, graciosa, con toques de humor negro, contemporánea...para resumir, recomendable.
Me remito a tu post para dar mi opinión.
Sobre Norma Aleandro, Mercedes Morán, la escenografía...
Párrafo aparte, el público, que últimamente participa, a mi gusto, demasiado tanto en teatro como en cine.
Se acompañan los eventos no sólo con aplausos o risas, sino con comentarios, ruido de pochoclos, y chismes sobre los actores o la trama de la historia que rompen no solo el clima...
Y como bien decís, ni que hablar cuando estamos hablando de actrices/actores "patrios"...
"¡Que viva el teatro!"
:P
Sí, lo del público merecería un post aparte.
En el cine, te soy sincero, últimamente no me jode mucho la gente. De hecho, de vez en cuando está bueno clavarse unos nachos con queso, o unas papas... sí me rompe que lleguen tarde y crucen toda la fila en busca de su asiento, que estando el cine vacío me pidan el asiento "numerado", que hablen en voz alta cuando arrancó la peli... o tal vez nos estemos poniendo más viejos jaja
En el teatro me sacan más, tal cual. ¿De qué se ríe la gente cuando los actores desfallecen de angustia en una escena? No lo entiendo a veces el público va con ganas de reírse y no importa lo que pase arriba del escenario, que ellos se van a reír... y del aplauso corta escena ni hablar... y del que te relata la obra... jaja insoportable!!!
Igual estuvo genial.
Me divierte que también seguís Cineismo. Por un tiempo lo hice...
Pinta bien la obra, no? Después del excelente review, trataré de asistir a alguna función.
Estás a full con "el infierno son los otros". Las salidas culturales pueden ser complicadas...
Súper recomendable, Joaco. Bah, fui tranqui, sin demasiada expectativa y me gustó mucho. A Juli también.
Acabo de abrir cineismo porque no la conocía..., sigo más imdb para datos, cinesargentinos para los estrenos, y de críticas el español la butaca no me disgusta...
Lo del infierno son los otros lo decìs por lo criticón? jaja
Puede ser, en espectáculos públicos me pongo mañoso jaja. Además con Juli nos potenciamos mutuamente... Igual nunca dejaría por eso de ir al cine o al teatro o a alguna muestra... Pero mi autocrítica la refuerzo: soy intolerante con esas cosas jaja, y me gusta comer papas fritas y alguna vez nachos con queso en el showcase jeje
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