sábado, 21 de noviembre de 2009

La furia de Botafogo y las tragedias del rock

Hoy tuve la oportunidad de leer la carta que escribió el músico Botafogo en relación a lo sucedido con el chico que le destrozaron la cabeza en las afueras del recital de Viejas Locas, y la tragedia de Cromañón.

Como verán, Botafogo se despachó con todo. Y si bien comparto mucho de lo "políticamente incorrecto" que dice, hay puntos en que me parece que se le fue la mano.
Hace 10 años, a mí también me gustaba Viejas Locas. Era una banda fresca, que hacía un rock cuadrado pero muy pegadizo, y que en vivo sonaba bien. Lo habré visto unas tres veces más o menos y la verdad que lo disfruté. Sí, puede que no fuesen grandes músicos ni hicieran discos que marcaran la historia, pero tampoco eran "una bosta" como dice Botafogo.
Comparto, sí, la irresponsabilidad de los músicos que hacen gala de su reviente: si ellos se pasan de vuelta o hacen bardo seguramente no terminen en cana, ni cagados a palos en la calle ni muertos ni nada. A ellos los cuidan. Ellos son rebeldes, pero hay un séquito que los cuida con algodones. No sea cosa que se caiga el ídolo y se termine el negocio. ¿Pero qué novedad con esto?
No sólo el negocio de la música funciona así, todo funciona así.
Y que pasen cosas como Cromañón o lo del joven Rubén Carballo en el recital de Viejas Locas, va mucho más allá del reviente o el negocio de la música: es nuestra sociedad la que está hecha pedazos. Es la corrupción política, la inoperancia y brutalidad policial, el descontrol de los pibes, la inconsciencia de una sociedad perdida, acorralada y sin sueños, la falta de educación, la falta de proyectos, la falta de perspectiva, el individualismo salvaje, el endiosamiento de la guita, el sálvese quien pueda, etc, etc, etc.
De hecho, creo que Cromañón es la maldita radiografía de una sociedad quebrada en donde nada funciona.

Y la última: cuando Botafogo habla de símbolos nazis, imagino que se referirá a Charly. Y si no es así, me parece que igualmente vale traer a colación una anécdota que, haciendo honor al leimotiv del blog, pinta un poco esto de la música, los ídolos, nuestra sociedad y, por qué no, la carta de Miguel Botafogo.

Nota previa: si algún fanático de Charly estuvo ahí y hay algún error, que lo haga saber nomás.
En 1996, Charly presenta el disco Say no more. Cuando la gente llega a la puerta del recital, se encuentra con que están repartiendo unas bandas para el brazo. Son rojas con un círculo blanco, y dentro hay escrita una sigla en negro: SNM.
Una vez dentro del recital, la mayoría de ellos ya lucían orgullosos la banda con el símbolo de la leyenda del disco.
Charly sale al escenario y le pregunta al público si tenían su brazelete puesto. Les pide que levanten el brazo hacia adelante para mostrárselo. Así lo hacen: de repente Charly, tiene cientos de seguidores con el brazo extendido hacia adelante, luciendo un brazelete con los colores nazis. Y entonces Charly le pide al público que se arrodille. Unos a otros se miran desconcertados: ¿Arrodillarse? ¿Qué es lo que pide Charly?
Charly se ríe, los mira durante un rato y dice algo así:
-Bueno, menos mal. Pensé que eran tan pelotudos que iban a hacer todo lo que les pedía. ¡Piensen! ¡Piensen, por favor!
Y tras una escena digna de Pink en The Wall, el show comienza.


2 comentarios:

Julie dijo...

El trío música-dinero-organización no se viene llevando bien. Sobretodo porque el del medio es el que más importa, la primera está pero se ve perjudicada por la última. Y del otro lado estamos nosotros: el público. Con nuestra aquiescencia, no hacemos más que seguir financiando algo que funciona mal y además, ayudamos portandonos mal. Y así, como decís vos, pasa con todo. Y se da algo que parece imposible: todos somos damnificados y responsables. Pero mientras...The show must go on.

Fer Massa dijo...

Así, es Piaggio. Tal como le dijiste a Mancusi en Pop Life.
"...Y leía y pensaba como ya se dijo que esto es en todos lados: en la calle, el bocinazo y la p^teada, el que te empuja porque se quiere sentar en el Roca, que camines por Retiro y un nene de 8 años descalzo este dado vuelta de pegamento y te amenace con un dedo bajo la remera, es que te manifiestes y te lleven, que transes y puedas j^der al otro, es festejar una absolución en la cara de los viejos de 194 chicos, es que los chicos aprendan a gatillar antes que de escribir, es decir que la inseguridad es una sensación y nada más... Sin autocrítica y viendo a quién le tiramos el muerto, cuando somos todos los que estamos gatillando de alguna manera.Es un todo vs. todos. Excede a la cuestión de rock -aunque también entiendo a lo que vas con el asunto rock- . Pero si el rock es otra cosa -no lo dudo- hagamosla religion, porque con la p*elotudez como ley no vamos a ningún lado."